La batalla contra los influencers falsos

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¿Qué es un influencer?


Es una cuenta en una red social que presenta cierta credibilidad sobre un tema concreto y que puede llegar a influir en la decisión final de compra de los consumidores. 


Los influencer son  un fenómeno en auge con un índice de credibilidad alto. Esto es una de las claves que hacen que conecten con su audiencia y presenten legitimidad para publicitar un producto o servicio.


 Si a esto le añadimos el alcance online que puede llegar a tener una publicación de un influencer, damos con un recurso de éxito prácticamente asegurado: La colaboración influencer y marca.

 

Los problemas de este nuevo fenómeno.

 

Pero no es oro todo lo que reluce, con la llegada de este nuevo formato publicitario las redes sociales se han visto invadidas de falsos influencers. Perfiles que utilizan bots para elevar su número de seguidores o que compran likes.


Existen diferentes claves que podrán ayudarnos a detectar si estamos ante un influencer real o no. Por ejemplo, un crecimiento constante de sus seguidores. Si un influencer pasa de tener 20.000 seguidores a tener 100.000 en solo un mes, puedes ser un síntoma de desconfianza.  Otro punto clave fundamental es el engagement de la cuenta o la cantidad de likes que dependerá de la cantidad de seguidores que tenga el usuario.


Para las marcas esto se ha convertido en un serio problema, estos perfiles están creando una falsa situación lo que a su vez ha provocado que la burbuja influencer empiece a desmoronarse.


El 15% de la inversión publicitaria en influencers se la llevan usuarios falsos

 

El impacto que los falsos influencers tienen en la industria publicitaria se mide ya en miles de millones de euros.


Un estudio realizado por de CHEQ demuestra que un 15% del presupuesto de las marcas acaban en influencers falsos. Sus investigaciones apuntan a que estos datos se incrementarán notablemente año tras año.  Según las conclusiones del estudio, los influencers dañan la salud de la imagen de marca y la confianza que depositan en ella los consumidores.


En definitiva, será el tiempo y la experiencia los que contribuyan a poner un orden en esta nueva forma publicitaria que ha llegado para quedarse.