Los tiempos han cambiado y en el caso del ámbito laboral, uno de esos cambios es el impulso de las nuevas generaciones de trabajadores hacia una nueva forma de vida. Ya no sólo se busca un salario acorde a las funciones, si no otro tipo de compensaciones emocionales.
La realidad es que no hay nada peor para una empresa que un empleado acuda cada mañana a trabajar desmotivado. Las faltas de empatía por parte de las estructuras laborales hacen que los trabajadores pierdan capacidades y efectividad.
Si lo que deseamos es encontrar y mantener a un buen trabajador es necesario aportarle las claves fundamentales para que haga de la empresa su empresa.
Estar informado.
Es imprescindible conocer bien el trabajo que va a llevar a cabo y apoyarlo en su desarrollo personal y profesional. Un trabajador quiere aprender constantemente y ampliar su conocimiento mejora sus habilidades y por consecuencia las de la compañía.
Buen ambiente laboral.
Un entorno laboral sin conflictos supone un punto importante a la hora de fidelizar a un trabajador, es inevitable sufrir estrés en el trabajo, pero es importante saber gestionarlo. Si tú muestras un estado de tranquilidad tus trabajadores realizarán sus tareas de un modo más cómodo y productivo.
Compatibilidad de vida personal y profesional.
Los horarios de trabajo más flexibles ayudan a que tus trabajadores estén más contentos. Existen diferentes acciones que pueden ayudar a que trabajen de una forma más efectiva, por ejemplo: días de vacaciones por objetivos. La calidad de vida es un punto muy relevante a la hora de elegir permanecer en un trabajo.
La manera en la que trabajamos está cambiando.
Un buen trabajador necesitará un buen salario emocional que permita que sienta la empresa como parte de él.
