No podemos negar que la tecnología en el hogar y en todos los ámbitos que se puedan imaginar, ha tenido alcances inimaginables, lo que ha facilitado en gran medida las actividades cotidianas.
Es fundamental entender estos cambios para seguir creando conexiones. Es una realidad que nuestras relaciones en el hogar están cambiando a medida que la tecnología ocupa un lugar más importante.
El equilibrio es complejo y complicado. El exceso de tecnología puede llegar a crear barreras en las relaciones sociales, pero también puedes ser facilitadora de estas.
Existen nuevas opciones de comunicación, nuevas experiencias que ponen en contacto y amplían el modo tradicional de las relaciones sociales.
Están naciendo desarrollos de robots personales capaces de realizar múltiples tareas, o hasta con capacidades de cubrir ciertas necesidades emocionales, como es el caso del robot gato Kiki.
¿El hecho de que cada vez más la tecnología sea más humana la hace menos tecnología?
Multitud de electrodomésticos ya cuentan con inteligencia artificial, existen altavoces que facilitan la comunicación o incluso microondas que reconocen la voz.
Esta nueva realidad nos hace enfrentarnos a nuevos retos, pero también a nuevas oportunidades.
La tecnología viene para quedarse.
