Tras más de un mes de confinamiento los pequeños comercios, que no se habían ni planteado meterse en el comercio electrónico, dado que clientela suele ser mayoritariamente local, están añadiendo un nuevo ingrediente en su manual de resistencia: las ventas online.
¿Por qué ahora? Pues, sencillamente, porque el mundo ha cambiado. Desde los medios se nos advierte que las cosas pueden tardar mucho en volver a ser como antes y que el distanciamiento social será algo que se mantendrá bastante tiempo.
Por lo que estamos viendo en otros países y lo que trasciende de los planes de desescalada, ese distanciamiento social se está concretando en varias medidas que podrían llevar a cambiar la manera en la que hacemos las compras presenciales. Probablemente tendremos que hacer cola para entrar a comprar en los establecimientos. Esta "perdida" de tiempo haciendo cola podría provocar que se llegase a comprar con más prisa, lo que ocasionaría menos venta cruzada y muchos menos clientes por metro cuadrado por tienda y hora.
Esta situación se verá agravada en los comercios más pequeños. los cuales sufrirán más, dado que es posible que solo puedan tener una o dos personas a la vez dentro de la tienda.
Habrá que analizar muchas más variables pero lo más probable es que las tiendas físicas tengan que cambiar.
A esto hay que sumar que muchos consumidores, poco o nada habituados a las compras por Internet, se están viendo obligados a hacerlo y, probablemente, cuando el confinamiento termine, se hayan acostumbrado a ello y sigan haciéndolo.
Si, además, hablamos de eCommerce de proximidad, nos referimos al que está orientado al tipo de cliente que está en el área geográfica más próxima. En esa estrategia de proximidad no se rechaza a los clientes que puedan venir de otros lugares, pero ponemos el foco en nuestro entorno cercano.
No hemos vivido una crisis económica tan repentina y profunda, la cual está teniendo unas dimensiones desconocidas hasta ahora. No sabemos cuánto durará, pero sí que sabemos que puede llevarse por delante a los negocios más débiles. En ese escenario el eCommerce de proximidad es una oportunidad para que el pequeño comercio pueda sobrevivir hasta que el temporal amaine.
Toca adaptarse y así como las herramientas digitales son las que nos están permitiendo seguir teniendo vida social en este periodo de confinamiento las ventas online son las que permitirán a muchos comercios seguir ofreciendo sus servicios y productos.
